Por: Pablo Wende
La información que arroja el balance cambiario del tercer trimestre divulgado hace pocos días por el Banco Central es contundente en relación con el déficit que está generando el turismo, que se ha transformado en una gran autopista para la salida de divisas.
Entre julio y septiembre se fueron u$s 1.800 millones y en el acumulado de los nueve primeros meses del año la cifra ya llega a u$s 6.152 millones, superando con amplitud los u$s 5.584 millones que se habían ido en todo 2012. A estas cifras hay que agregarles los gastos con tarjetas de crédito en el exterior por compras o las operaciones con sitios on line, que no son incluidas en el rubro "turismo y viajes".
Si se toma la salida de dólares en los nueve primeros meses del año, la cifra acumulada representa un aumento de nada menos que el 43% en relación con el mismo período de 2012. Y aunque todavía faltan los datos de octubre y noviembre, se estima que esa aceleración habría sido aún mayor, dado que el público se apuró por contratar paquetes turísticos y sacar pasajes para evitar pagar con el recargo que finalmente pasó del 20% al 35%. Pero tan alarmante como la salida de dólares por turismo es el escaso ingreso de divisas que está generando esta actividad. El derrumbe de las divisas que entraron por el circuito oficial es estrepitoso. En los primeros nueve meses del año sólo entraron u$s 1.206 millones, lo que representa un 40% de los u$s 2.042 millones que el Central había percibido en 2012. ¿Por qué se produjo semejante disminución? Ciertamente no por la caída de turistas, sino porque éstos optan por cambiar sus dólares o monedas de origen en el mercado paralelo, ya que el tipo de cambio es muy conveniente ($ 9,30 contra $ 6,15, según las cifras de ayer). Esto significa que la diferencia de u$s 800 millones que no entraron al mercado oficial se mueve a través del circuito ilegal, especialmente los arbolitos de la calle Florida. Si se extrapola esta cifra a todo el año, fácilmente se desprende que sólo el negocio turístico mueve u$s 1.000 millones a través de la operatoria en negro. El problema es que al no existir un desdoblamiento formal, el turismo receptivo se sigue manejando con el dólar oficial, lo cual aleja la posibilidad de que los turistas liquiden a través del circuito oficial.
Tomando el neto entre ingresos y egresos, surge que el déficit acumulado del rubro turístico en 2013 ya ronda los u$s 5.000 millones, pero a esto habría que agregarle cerca de u$s 2.000 millones más del último trimestre, lo que arrojaría cerca de u$s 7.000 millones. Y estos valores no incluyen, como ya se señaló, el aumento del gasto a través de la tarjeta por compras en el exterior (en locales de electrodomésticos, tiendas por departamento, tickets de espectáculos y otros).
En este sentido, un informe de la consultora Finsoport -dirigida por Jorge Todesca- enfatizó que "la cuenta corriente del balance cambiario (comercio exterior, turismo y otros servicios) muestra un rojo de u$s 5.962 millones en los primeros nueve meses del año, mientras que el saldo era superavitario en u$s 7.380 millones el mismo período del año anterior.
La salida de dólares creciente del turismo explica sólo una parte de la merma de reservas que ha sufrido el Central. Hay muchos otros elementos que confluyen, entre los que se pueden nombrar los siguientes, de acuerdo con los datos que surgen del balance cambiario:
El giro de utilidades al exterior por parte de empresas creció en el tercer trimestre del año, totalizando los u$s 391 millones, la cifra más alta desde el cuarto trimestre de 2011 (el período en el que se constituyó el cepo). En lo que va del año ya se acumulan u$s 909 millones, es decir u$s 800 millones más que en el mismo período del año pasado.
Las empresas accedieron al mercado oficial para hacer frente a vencimientos de intereses por u$s 857 millones en los nueve primeros meses del año, lo cual también genera una reducción en el stock de reservas.
FUENTE: http://www.ambito.com
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